La Conquista de la Felicidad


El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de esos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto del interés y el afecto de otros muchos. Que otros te quieran es una causa importante de la felicidad; pero el cariño no se concede a quién más lo pide. Hablando en general, recibe cariño el que lo da. Pero es inútil intentar darlo de manera calculada, como quién presta dinero con interés, porque un afecto calculado no es auténtico, y el receptor no lo siente como tal.

La conquista de la Felicidad
Bertrand Russel