Condenados a la Fractalidad

Hola queridos compañeros .

Ayer, como no es costumbre, un pensamiento azotó el trasero de mi intelecto con una feroz clarividencia. Es probable que todo haya sido producido por el bombardeo de millones de imágenes a las que, en mi vida, he sido expuesto. Pero ayer experimente una decodificación de determinadas claves que, en un arrebato de iluminación, me acercaron un poco más al siguiente nivel en esta edad de mi conciencia. Ayer bucee en mi propia fractalidad.

Seguramente influenciado por las últimas lecturas que he tenido el gusto de disfrutar, he interpretado en mi mismo la apertura definitiva de una nueva puerta, hasta ahora custodiada por la ceguera esencial custodiada por aquel que no le apetecía ver. Pero he aquí, que sin quererlo, he viajado sin moverme.

Todo comenzó con la exquisita degustación del porro pre-sobre. Me encontraba dándole los últimos toques al indomable vicio de la red cuando me encontré con este lienzo…




“La gran ola de Kanagawa”, de Katsushika Hokusai. Por favor, no os acojonéis pensando que voy a hacer una tesis de este cuadro, no. Pues por lo que me sentí hipnotizado fue sólo por esa inmensa ola, formada, al mismo tiempo, por multitud de olas más pequeñas. Tras hora y media de contemplación, con cara de gilipollas, planteándome un sin fin de dimes y diretes inherentes a susodicha obra de arte y recordando periódicamente que lo que estaba haciendo era contemplar la ola, me activé.

Decidí indagar en la red para socavar información acerca de este artista y su obra, y tras media hora de wikipedias y youtubes encontré un video que me resulto harto interesante…



Reconozco que tras visualizar este video un par de veces, mi colmillo se afiló de un modo no secuencial, lo que me hizo releer su wikibiografia, pero esta vez tratando de concentrarme al máximo y no dejándome llevar por la fractalidad de mi cotidianidad. Aviso que mi intención no es aburriros o entreteneros con lo más curioso de la vida de este artista, no, eso lo considero labor de la anárquica curiosidad. Lo único que transcribiré es una frase dicha por él 15 años antes de morir, la cual, cuanto menos, me hizo asentir sonriendo mientras enredaba una docena de pelos de mi barba (…) todo un clásico, a modo informativo.

[...] a la edad de cinco años tenía la manía de hacer trazos de las cosas. A la edad de 50 había producido un gran número de dibujos, con todo, ninguno tenía un verdadero mérito hasta la edad de 70 años. A los 73 finalmente aprendí algo sobre la calidad verdadera de las cosas, pájaros, animales, insectos, peces, las hierbas o los árboles. Por lo tanto a la edad de 80 años habré hecho un cierto progreso, a los 90 habré penetrado el significado más profundo de las cosas, a los 100 habré hecho realmente maravillas y a los 110, cada punto, cada línea, poseerá vida propia [...]

Entre diferentes conclusiones e interpretaciones, el principal motivo de transcribir esta cita fue uno de mis pensamientos, el cual quería compartir con vosotros. Y como me está resultando casi imposible describíroslo, sólo me queda prometer mostrároslo cuando llegue a 110 años. Que cada uno se considere libre de leer o no entre líneas. Por cierto, Hokusai murió a los 84 años.

Y sin más me despido por hoy, un día en el que estoy un poco más seguro de que todo y todos, nacimos, viviremos y moriremos conectados. Unidos. Condenados a la fractalidad.

2 Berridos:

lore 2:16 p. m.  

....dulce condena.

Nicosmonautor 3:28 p. m.  

A mi que me condenen! xDDDD

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