Don Quijote J. Reilly

Es Viernes. Y los Viernes ocurren dos cosas de notable interés; Una es mi ducha y frotada de sobacos semanal y la otra es que el cabrón de D.Quijote J. Reilly sacá a la luz un nuevo articulo. Así que, sin más, y deseándoos un Feliz Fin de Semana a tope de lo que os salga de los cojones, me despido...

La Junta del Cigüeñal (Primera Parte)

Que se me llene la boca cuando hablo de Portugal, incluso mas aun si cabe que cuando menciono Ceuta, Melilla, Pernambuco o Españilandia, no quiere decir que no ensalce los encomiables valores del orgullo por la Patria Chica.

Como complutense que soy, desde mi mas tierna infancia siempre defendí a capa y espada los valores que encarnan el buen nombre de mi Alcalá de Henares natal lo que, a la postre, supuso que me fuera otorgado mi segundo premio Píbody al mejor encofrador de la comarca y, posteriormente, se me concediera un accésit consistente en 5 euros de descuento en material de oficina por un murete de ladrillo visto que levanté en la Plaza de Cervantes.
Al margen de estas gratificaciones económicas, dichos galardones venían aparejados de múltiples y sustanciosos beneficios penitenciarios, lo que, por fortuna, facilitó que se precipitara mi salida de la cárcel de Alcalá-Meco, en la que había quedado atrapado injustamente una vez que me colé en el patio del talego para apedrear nidos de golondrinas.

Pero si hay algo representativo de la inefable Alcalá de Henares, aparte de que aquí vive El Fiti de “Los Serrano" y de que se oculta Bin Laden debajo del alcantarillado junto a los cocodrilos de Nueva York, eso son las numerosas cigüeñas que pueblan nuestros tejados, esas hermosas aves de porte majestuoso que tanto recuerdan a Pitita Ridruejo y que engalanan la ciudad sin ningún tipo de contrapartida a cambio.
El caso es que con esto del cambio climático (o climaticialicio como lo denominan ahora los jóvenes), estas bondadosas criaturas ya no emigran, lo que provoca ciertos desequilibrios en el ecosistema que estos animalillos sufren en sus propias plumas; el otro día cuando volvía a casa después de una dura jornada acarreando expedientes tiznaos, al pasar cerca de un nido de cigüeñas, oí que 2 de ellas de esta forma conversaban:

- Cigüeña Macho.- Uyyy... ¡Atiende que nubarrones! Ya veremos si esta noche no refresca; anda cariño acércame la gabardina, has el favor.
- Cigüeña Hembra.- ¿La gabardina? ¡Una vara de fresno es lo que te voy a acercar al hocico! ¡Pelafustán!
- Cigüeña Macho.- ¡Pero bueno! ¿Y ahora que he hecho? ¿Esas son formas de tratar a tu marido? ¡Yo que lo he dado todo por ti!
- Cigüeña Hembra.- ¿Que qué has hecho? ¿Yo que te dije a ti de lo de emigrar a países cálidos?
- Cigüeña Macho.- Mujer, no te acojones, o como se diga, el pelaje del cielo, con cantar eso de... se iraaaaaaaaan los nubarrones, pasaraaaaaaaaa eeeeeeeel temporaaaaaaaaal... ¡arreglao! Además, si ahora con los vuelos de Low Cost no te compensa pegarte la paliza...
- Cigüeña Hembra.- ¡De Low leches! Que como se ponga a llover nos vamos a caer con todo el equipo... ¡Huevazos! ¡Que eso es lo que eres! Y te voy a decir mas, como caiga una sola gota y me despeine... ¡te rajo tu puto culo blanco! Que acabo de venir de la peluquería del marica... ¡donde los artistas!
- Cigüeña Macho.- Está eso precioso... cuando éramos novios no me hablabas en esos términos... ¡como me engañaste! ¡Bandolera!
- Cigüeña Hembra.- Y bien que me arrepiento... si ya me lo decía mi madre, que Dios la tenga en conserva, no te cases con ese... ¡que es un haragán! ¡que te va a dar mu mala vida!
- Cigüeña Macho.- Si, pero bien que se quedó sin rechistar con los Luises de Plata que encontré en aquel tejao, que cuando se los di... ¡me comía a besos!
- Cigüeña Hembra.- ¡Una santa es lo que era! ¡Nunca habló mal de nadie!
- Cigüeña Macho.- Ni bien tampoco...

(Continuará...)


Que bueno estás, Kaskete !

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